HUERTA DE VALENCIA
De María José Méndez
Cristal moteado por diminutas gotas que reposan sobre la superficie, está enmarcado por un aluminio mate de 1×1 m. Se ve un reflejo, una persona escribe en una libreta de una línea tamaño cuartilla. Una persona que escribe. Fija la mirada al exterior ve un paisaje. Fija la mirada al reflejo propio ve a una persona. Fija la mirada al interior un aula, con diez personas, armarios tipo archivador color gris y láminas enmarcadas en negro. Multitud de sillas con soporte para escribir. Vuelve al afuera, coches, camiones, luces, lluvia…hay un ruido constante de tráfico por los vehículos que circulan sobre el asfalto mojado. En el interior silencio. Se percibe el cielo negro, una zona urbana con edificios de 12 plantas y una extensión de huerta tan amplia como el propio cielo que refleja en su atmósfera la luz, se percibe entonces el cielo como blanco sobre fondo negro.